Dejar de ser Empleado(a) no tiene que ser un salto al vacío

 

Estar en un trabajo que no te da plenitud puede ser prejudicial para tu salud.  Eso ya está más que probado.  Puedes aumentar de peso, sufrir ataques de ansiedad, y hasta caer en una depresión.  De manera que si salirte de la cama es la mañanas es una pesadilla, si el camino hacia tu trabajo es un suplicio, y si los lunes se convierten en el punto de referencia más lejano entre tú y el fin de semana, es tiempo de que te plantees dejar tu empleo.

Lo primero que debes asegurarte es de que en realidad, no es “ese” trabajo el que te asquea, sino todo lo que para ti representa “ser empleado”.  Porque pudiese  ser que cambiar de ambiente y de tareas, pueda devolverte el placer de salir a trabajar cada día en algo que te hace sentir útil, y que te proporciona altos niveles de satisfacción además del “cheque a fin de mes”.  Hoy día, aunque es cierto que una buena parte de la economía de muchos países se debe a los emprendedores informales y a las microempresas, creo que a veces se exalta tanto el movimiento emprendedor que algunos casi llegan a sentirse inadecuados, porque simplemente no tienen esa vena de emprendedores.  Y de eso no hay que avergonzarse.  No todos nacimos para emprender, y las empresas con sus empleados siempre van a existir.  Por ello, desarrollar tu mejor versión y descubrir lo que te apasiona puede abrirte las puertas para formar parte de un equipo que le aporte entusiasmo a tus días y te dé sentido de propósito.

Pero si ya has descubierto que no es la empresa, que no es el trabajo, sino que eres tú, entonces debes empezar a considerar seriamente los cambios que se deben generar en ti para salir de esta abrumadora situación.

El primer cambio que debes asumir es un cambio mental.  Desde el momento en que te das cuenta, que ya ni te importa si te pagan más, simplemente seguir siendo un empleado no te hará feliz, debes dejar de verte como alguien que está “PRESO EN SU SITUACIÓN”, y asumir que estás en un “PROCESO DE TRANSICIÓN”.  Te prometo que ese cambio de perspectiva es sumamente liberador.

¡Se deja ser empleado primero en la mente! 

Cuando asumes que tu presente trabajo es sólo un paso dentro de tu proceso evolutivo, y comienzas a esclarecer tus prioridades, y tu plan de acción, verás cómo despertarte cada mañana, ya no es un suplicio.  Tu trabajo es “un medio” para “un fin” y estás en un proceso de transición.

Elaborar un plan de acción amerita claridad.  Dice T. Harv Eker, que la CLARIDAD es poder.  “El poder de crear la vida que quieres vivir.”  Si lo que buscas es libertad, te aconsejo leer el libro de Robert Kiyosaki, el Cuadrante del Flujo del Dinero, para que puedas hacer un plan estratégico de en qué cuadrante quieres colocarte a corto, mediano y largo plazo

El otro nivel de claridad que necesitas, es descubrir lo que te apasiona.  Saber cómo quieres vivir la vida y las cosas que te gustan hacer, serán un buen comienzo para planificar el tipo de actividad comercial en que quieras desarrollarte.   Aún si estas pasiones no son el objeto de tu negocio, tener claridad sobre ellas puede convertirse en tu principal motivación, en tu POR QUÉ, en el motor que te mueve cada día para generar los recursos necesarios, para alinear tu vida a tus pasiones.

En este planteamiento, tener un plan que soporta tu convicción de que no estás atrapado en tu vida, sino que estás en un proceso de transición, tu trabajo ahora se convierte en una evidente fuente de RECURSOS.  Tus empleadores, se convierten en tus principales inversionistas, y entonces ocurre otro fascinante CLICK mental.  Ahora puedes encontrar el propósito más allá de lo obvio en tus tareas diarias, y descubrir la magia de cultivar amor por lo que haces.  Si es necesario, puedes cambiar de empleo hacia un área que evidentemente te da más plenitud, mientras pones en marcha tu plan estratégico para “Dejar de ser Empleado(a)”.

Un componente imprescindible en este proceso de transición, es el crecimiento personal, intelectual y espiritual.  La persona en que te conviertes en el proceso de comprarte tu libertad y despedir a tu jefe, es la ganancia más valiosa que vas a obtener.  Considerar nuevas formas de hacer dinero, las ventajas de la tecnología y los medios de comunicación virtuales, te permitirán ver oportunidades que hasta ahora no has podido ver ni considerar, porque estabas muy abrumado(a) abrazando tu historia de sentirte víctima de tu propia vida.    Ya no te cuentes más esa historia, no la repitas más en tu mente, empodérate y suelta ya esos grilletes… ¡porque tú y sólo tú tienes las llaves que abren la puerta de tu libertad laboral!

 Por Yira Vermenton

www.yiravermenton.com