Contaminación
Partiendo de la etimología, la palabra contaminación viene del latín contaminatio, contaminationis: corrupción o suciedad que algo adquiere por contacto con otra cosa, también a veces mezcla de cosas que por fusión dan lugar a otra. Nombre de acción del verbo contaminare: corromper, ensuciar, alterar la pureza de algo por toque o contacto.
La pureza del agua, del suelo, de nuestros propios pensamientos y acciones. La pureza del aire que disminuye día a día y no nos deja respirar, así como también los pensamientos basura que acumulamos hasta la asfixia emocional. La basura que tiramos y contamina nuestros suelos, la basura que dejamos entrar al corazón faltos de razón. Por falta de educación ecológica, por falta de educación sentimental. Tiramos desechos tóxicos en el suelo y en nuestro interior.
Corrompemos lo que nos sustenta y honramos lo que nos lleva a la perdición. Vivímos naufragando en mares de basura que nos llevan a la muerte. Vivimos echándole la culpa del naufragio al otro por la turbiedad de sus aguas.
¿Y las tuyas, cómo están? Descontaminemos nuestros entornos. Descontaminemos nuestras mentes de malos pensamientos hacia los demás, miremos adentro y reciclemos.
Como la fotografía análoga, que se recicla día a día y nos lleva a un mundo de experiencias de antaño, que cada día se vuelven más contemporáneas. Nos regala colores y granos de un pasado que se hace presente con su magia. Esa magia de la incertidumbre al obturar y no poder ver cómo salió. La magia de revelar y redescubrir la imagen que decidimos capturar.
