Mentes Fritas

 
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La productora audiovisual que hizo del imaginario colectivo dominicano su terreno de juego.


Si aprecias la diferencia entre un café de máquina y uno colao’ en greca, si sabes que el sonido de un tambor no puede ser replicado por un drum machine, y que no hay aire acondicionado que se le compare a la brisita del monte, entonces apreciarás lo que hace a la productora audiovisual Mentes Fritas diferente.

Este grupo creativo no busca complacer a la tiranía monótona de lo globalmente cool, ni sufre de ningún complejo de Guacanagarix estético. Tomando la riqueza de la experiencia dominicana como eje, han creado piezas que saben ser aventuras para la imaginación colectiva. Conversamos con ellos.

BITZ:¿Qué es Mentes Fritas? ¿Quienes conforman el equipo?
Son Cristian Mojica, Lucas Marte, Yoel Morales, y Ezequiel Reyna, (quien ahora está en España). Somos, en esencia, una productora de video, pero también nos podemos llamar un colectivo creativo.

Nosotros somos panas desde hace muchísimo tiempo. Intercambiando películas pirateadas, nos dimos cuenta de que lo que nos gustaba es el cine. Y coincidió con que estudiamos un politécnico y no nos gustaba la carrera tampoco. Así que comenzamos a inventar con videos y fotos. Hicimos varios cortos horribles.

BITZ: Ustedes son los videografos de la escena alternativa: Han trabajado con Riccie, AcentoH, La Gran Mawon, Xiomara Fortuna… ya tienen un buen portafolio.
Trabajamos con artistas cuya onda puede compaginar con la nuestra. Nos identificamos con la visión de esos artistas, con la causa detrás del arte. Hacemos esto porque nos gusta, y atraemos a artistas que quieren hacer algo diferente.

Todos los artistas tienen una idea de cómo quieren contar su historia, qué tipo de video hacer, y no necesariamente estamos interesados en eso. Pero en esta escena alternativa nos encontramos a gusto.

BITZ: n la entrevista del número pasado, Vakeró dijo que trabajaron tan bien porque compartían la misma visión de la dominicanidad
En videoclips y más en los urbanos, suelen protagonizar ersonas de color claro, haciendo cosas lejanas a nuestra ultura. No está mal, usted puede hacer lo que quiera on su video, pero nosotros creemos que necesitamos er una diversidad que represente la realidad: a nivel de ez y raza, cabellos y costumbres.

Como nosotros vinimos de San Cristóbal, hay mucha ominicanidad rural en nuestro ADN. Eso es lo que onocemos y normalmente cuando nos planteamos una istoria tratamos de que venga de adentro de nosotros sean cosas que queramos y sepamos contar.

BITZ: Cómo fue el proceso de realización de la peli zul Magia?
Hacer la película fue un proceso muy largo. Empezamos n el 2012, teníamos una idea y buenos amigos que se onfiaron y se fueron en esa aventura, haciendo lo mejor on lo había a mano, pero sin sacrificar la producción. ra una idea enorme que se adecuó a los recursos. ra algo a lo Tolkien. Rescatamos un personaje de esa ivilización y los trajimos para acá.

Nos tomó cuatro años para terminar la producción. Tras l rodaje, nos dimos cuenta de que la película de verdad enía potencial, y que quedó de lo más decente posible. fortunadamente, estaba pasando la ley de cine, y en se proceso de la post encontramos más apoyo.

BITZ: ¿Hay espacio en la cultura del cine dominicano para películas así?
A nivel de crítica y recepción, a Azul Magia le fue bien, pero la gente no quiere ir al cine a ver algo alternativo. No ‘ta pa eso.

La cultura de cine dominicano es un tema complejo –no podemos hablar en general– pero la publicidad y la distribución se pueden mejorar, después que sale del cine es difícil acceder a las películas.

Con Azul Magia sabíamos que buscábamos un público menos masivo, menos comercial. Una película en el monte, sin diálogo, con pocos personajes, contemplativa… los planos de repente duraban un rato y no todo el mundo tiene la paciencia porque estamos muy acostumbrados a videoclips rápidos y a las películas americanas

BITZ: ¿Qué viene ahora?
Tenemos una película en post producción (también monte), El Día de la Tormenta. Es sobre un padre que cree que su hija es una bruja y se la lleva para el monte para alejarla del pueblo. Está el dilema: si la sacrifica para el bien del pueblo o salva su hija, “trip psicológico” realismo mágico. Con un tema de bruja sanjuanera. Siempre andamos buscando acercar a los dominicanos a su magia, porque nuestra cultura está llena de fantasía

También estamos trabajando en una cosa súper dramática, tenemos como diez años dándole forma. Una perspectiva distinta del adolescente dominicano urbano

 
 
 
 
 
Arte, vol 3Bitz vol 3