Margaux Da Silva

 
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Margaux hace voltear cabezas al llegar, adueñándose de la atención y grabándose en la memoria de los presentes. Y no solo por su perfil elegante y atemporal, que te hace pensar en las actrices del cine clásico de Hollywood, aun antes de saber que es actriz. Su carácter decidido, que se aprecia en sus gestos, se hace claro al hablar de su historia, sus pasiones y su creciente portafolio.


BITZ: ¿Cómo influye en tu arte haber crecido en la multiculturalidad de ser Brasileña/Francesa/Dominicana? ¿Cómo defines tú esa identidad?
Influye grandemente, pues me amplía la visión del mundo y la diversidad de personalidades que existen. Todo eso te nutre al momento de crear un personaje. Me identifico felizmente latina y europea porque ambas culturas fueron muy presentes a lo largo de mi vida. Me incluyo caribeña por los años en República Dominicana, país que me adoptó y me dio mi carrera.

BITZ: Vienes de una familia no solo multicultural, también de artistas.
Mis padres influyeron en mi arte; mi padre también fue actor cuando era joven, incluso ganó un premio Molière. Mi madre efectivamente fue pintora por muchos años. En casa había mucho énfasis con el arte y permitir que la imaginación fluyera, especialmente conmigo porque siempre fui muy creativa. La muerte de mi madre marcó enormemente mi vida, la he usado como memoria emotiva en diferentes ocasiones. Pero he ido aprendiendo que todas mis vivencias influyen mucho al momento de entregar ciertas emociones. Ahora trato de no usar tanto mis memorias pero si conectarme más con el momento presente

BITZ: ¿Por qué el cambio de bailarina a actriz? ¿Cómo te ha servido tu formación en baile al actuar?
El baile siempre ha sido parte de mi, incluso tomándome mi café en la mañana pongo música y bailo sola. Cambie porque necesitaba algo que me llenara aún más, ya a nivel profesional. Justo en ese momento mi madre estaba enferma y fue cuando quise probar algo nuevo para desahogarme, la actuación me mantuvo cuerda y me ayudó a procesar todas esas emociones de manera saludable. Dominar el lenguaje corporal es extremadamente importante en la actuación y el baile definitivamente te da esa base de conocer bien tu cuerpo y cómo usarlo a tu favor.

BITZ: ¿Cuáles roles quieres interpretar? Tanto papeles como otros roles dentro del mundo del cine y el teatro.
Por el momento solo he podido hacer cine, lo cual amo y me siento muy cómoda pero me encantaría algún día hacer teatro y descubrir por qué es tan adictivo. Me gustan los retos, así que cualquier cosa que se aleje de mí como persona y me obligue a ser más empática me atraen. Me encantaría de repente interpretar un hombre o una trastornada mental. Roles fuertes que sean relevantes.

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BITZ: ¿Cuál ha sido el rol que más ha demandado de ti como actriz?
El rol de Mirna en 339 Amín Abel, se podía sentir la tensión en el set. Era una responsabilidad enorme representar a Mirna porque aún vive. Aunque también Ángela en “Flow”, ella tiene una vida dura. Vive en condiciones precarias, con una vida sentimental dolorosa. Es una mujer fuerte que lo único que le queda es seguir luchando, era muy importante honrar a ese personaje.

BITZ: “339 Amín Abel Hasbún. Memoria de un crimen” rescata una época terrible para los derechos ciudadanos de nuestra historia reciente. ¿Cómo te sentiste interpretando a Mirna?
Interpretar a Mirna fue una oportunidad enorme y también fue muy sanadora ya que mi madre acababa de fallecer. Fue un honor poder interpretar una mujer tan valiente y fuerte como tantas que vivieron esa época tan dura. Creo que es importante contar las historias y sufrimientos que vivió el pueblo dominicano a lo largo de los años y asegurarse de que sean contadas de manera honestas.

BITZ: 339 Amín Abel Hasbún. Memoria de un crimen” rescata una época terrible para los derechos ciudadanos de nuestra historia reciente. ¿Cómo te sentiste interpretando a Mirna?
Interpretar a Mirna fue una oportunidad enorme y también fue muy sanadora ya que mi madre acababa de fallecer. Fue un honor poder interpretar una mujer tan valiente y fuerte como tantas que vivieron esa época tan dura. Creo que es importante contar las historias y sufrimientos que vivió el pueblo dominicano a lo largo de los años y asegurarse de que sean contadas de manera honestas

BITZ: Vivir del arte es también vivir de tu imagen. ¿Cómo manejas las expectativas, la presión del showbiz?
Me gusta hacer ejercicios y tratar de comer lo más saludable posible pero al final del día yo soy la que debe ser feliz con mi cuerpo. Obvio que si hay un papel donde requiere cierta preparación física pues se logra. Si a eso vamos yo debería perder 10lb, ya que la cámara aumenta. Siento que no deberíamos dejarnos presionar por los medios porque muchas de las fotos que se ven en las redes son retocadas, arregladas y no son tan reales.

La industria aún está creciendo, pienso que hace falta novedad, tomar riesgos e innovar. Hay que salir de los prototipos y de lo común, educar a la audiencia y darles nuevo material.

BITZ: “Miriam Miente” aborda el racismo en la era actual. ¿Cuál es tu apreciación del racismo en nuestra sociedad y en el mundo del espectáculo?
Se están escribiendo cada vez más historias abrazando la cultura y colores caribeños. Por mi lado, para mi es difícil hablar de racismo porque no veo a las personas por su color de piel o estatus social, veo seres humanos y su calidad como persona. Desearía que el mundo fuera más así, hiciéramos cosas maravillosas. Perdemos mucho tiempo queriendo poner tantas etiquetas, nos estamos dividiendo más en vez de unificarnos.

 
 
 
 
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